Sentada en mi acogedor «casale» en el Lago de Bolsena, rodeada de colinas ondulantes y viñedos, encuentro consuelo en la tranquila sinfonía de la naturaleza. El suave repiqueteo de la lluvia contra mi ventana crea un sonido de fondo relajante, mientras el aroma del té recién hecho viaja en el aire, mezclándose con recuerdos de tardes veraniegas bañadas por el sol.
Hoy es 10 de marzo, y después de un febrero cálido, parece que el invierno ha regresado. Pero no me molesta; amo los días lluviosos, neblinosos y fríos de marzo porque siento como si el invierno me estuviera saludando antes de desaparecer nuevamente hasta diciembre.
En este momento de serenidad, rodeada de los paisajes, sonidos y aromas de la Italia central, reflexiono sobre las complejidades de la experiencia humana. Hoy, nos embarcamos en un viaje para explorar las profundidades del miedo, una emoción tan compleja y multifacética como el paisaje fuera de mi ventana.
Entonces, mientras la lluvia sigue mojando el jardín y el aroma del té persiste en el aire, adentrémonos en el enigma del miedo, desentrañando sus misterios uno a uno.
Miedo: Una Emoción Como Cualquier Otra
El miedo es una emoción muy parecida a cualquier otra, pero en lugar de enfrentarlo directamente, tendemos a evitarlo, apartando la mirada y fingiendo que no existe.
A menudo, todo comienza cuando nos damos cuenta de la necesidad (y el deseo) de un cambio en nuestras vidas. Podríamos empezar a tomar medidas hacia ese cambio, pero eventualmente nos encontramos atascados, paralizados por el miedo.
Pero como te mostraré, el miedo no es algo de qué preocuparse. Cuando entiendes qué es el miedo, te das cuenta de que es completamente normal sentirlo cuando te enfrentas a algo nuevo o desafiante. Además, aprenderás a superarlo y a acercarte más a tus objetivos.
Reconozcamos que el miedo puede manifestarse de diversas formas: miedo a cambiar de trabajo, miedo a dejar a una pareja, miedo a mudarse a una nueva ciudad, miedo a la muerte… Estos son lo que podríamos llamar ‘miedos superficiales’. Residen en la superficie de nuestras mentes, convenciéndonos de que la situación misma es la causa de nuestro miedo cuando, en realidad, el miedo tiene muchas máscaras pero solo un rostro verdadero.
Necesitas Saber Más
Antes de revelar el verdadero rostro del miedo, abordemos otra pregunta: ¿Qué pasa con el miedo al éxito o a estar saludable? ¿Alguna vez lo has considerado? Podría parecer irracional temer al éxito o a la salud, sin embargo, este miedo existe.
En nuestro canal de YouTube de Qi Gong italiano, hemos discutido cómo el miedo puede actuar como un escudo, manteniéndonos alejados de nuestras responsabilidades. Después de todo, si fracasamos, ¿no tendremos ninguna responsabilidad, verdad? Sin embargo, hoy estamos profundizando en este tema porque el miedo tiene muchas capas.
En su núcleo, el miedo indica una falta de información. En esencia, el miedo podría traducirse como una pregunta: ‘¿Qué pasaría si…?‘ Y cuando esta pregunta carece de respuesta, surge el miedo.
Una vez más: el miedo representa una falta de información. Sirve como una demanda, instándonos a buscar más conocimiento para progresar y responder la pregunta, ‘¿Cómo se supone que debo hacer esto/vivir con esto?‘
Venciendo el Miedo a Través de la Claridad
En lugar de ver el miedo como un enemigo, considéralo tu entrenador o mejor amigo, el que te hace esas preguntas tipo ‘¿Cómo lo harás?‘ o ‘¿Pensaste en esto antes de hacer aquello?’ Tómate el tiempo para responder estas preguntas, ya sea escribiéndolas o grabando tus pensamientos. El objetivo es aclarar todo lo posible, y al hacerlo, el miedo desaparecerá o al menos disminuirá.
Recuerda: el miedo surge de una falta de información, y es tu responsabilidad buscar esa información.
El miedo te está diciendo que no tienes suficientes respuestas, así que la solución es reemplazarlo con información real y objetiva. Cuando surja el miedo, ten una conversación con él, identifica la información que te falta y determina lo que necesitas para superarlo.
El miedo es uno de nuestros mejores amigos en nuestro viaje de crecimiento personal. Así que, la próxima vez que aparezca el miedo, no te paralices. En lugar de eso, tómate un tiempo para ti mism@, prepara una taza de té, siéntate en un lugar tranquilo e invita al miedo a hablar.