Hay un monstruo dentro de nosotros, dentro de mí, dentro de ti. Un monstruo que habla fuerte y groseramente. Un monstruo que no es tu amigo sino tu enemigo. Ni una palabra bonita saldrá de su boca porque te odia. Aparece cuando deberías sentirte feliz debido a tus logros y su voz es tan fuerte que te hace creer que es la tuya. Sé consciente, porque tu verdadero yo nunca sería tan desagradable consigo mismo.
¿Tienes presente esos momentos en los que deberías ser feliz porque te has dado cuenta de que has alcanzado tus metas? Esos momentos que deberían haberse hecho para disfrutar, solo o con amigos, y celebrar las cosas bellas que la vida te ha regalado. Bueno, es especialmente en esos momentos cuando aparece. Por supuesto, esto no significa que no aparezca en otros, pero significa que la última cosa en el mundo que puede aceptar es tu felicidad, por lo que necesita detenerte cada vez que la alegría te alcanza.
Conozco muy bien a ese monstruo porque me visita a menudo (¡y se comporta como un acosador!).
Especialmente en los últimos días del año, cuando se supone que debo hacer una revisión de todo lo que he hecho, me susurra lentamente una lista detallada de todo lo que no pude lograr.
Bueno, si también has reconocido tu monstruo interior (y ten en cuenta que yo no dije «si tienes uno» porque todo el mundo tiene uno), déjame decirte algo: es un mentiroso pretendiendo ser tú porque estás demasiado distraído o distraída como para entender que esa voz no te pertenece.
¿Qué Podemos Hacer para Contrarrestar al Monstruo (y evitar que arruine nuestros momentos más preciados)?
Bueno, lo primero que te recomiendo es que vayas solo o sola al bosque. Quédate ahí, sintiendo el viento en tu cara, los pájaros cantando, y el olor del suelo húmedo. Quédate allí, observando los colores de la temporada, admirando la habilidad de los hongos y descubriendo nuevas plantas y hierbas que nunca has visto antes (o tal vez sì, pero nunca te importó).
Encuentra un lugar (o deja que el lugar te encuentre) y siéntate en el suelo. Deja que la fuerza de la naturaleza entre en tus venas y te dé la sabiduría y la fuerza para vencer al monstruo sin luchar.
¿Cómo es eso? No necesitas prestar atención al monstruo (que es lo que realmente quiere) sino que necesitas prestarte atención a ti mism@.
Recuerda todas las cosas hermosas que has hecho en tu vida, todos los dones que la vida te ha dado desde que naciste. Gente que te ama y siempre está ahí para ayudarte porque eres único, única. Gente a la que ayudaste, aquellos cuyas vidas has cambiado. Gente a la que aconsejaste para que pudiera resolver un problema y gente que aún no conoces pero que muy pronto llegará a tu vida.
Es Simple...
Después piensa y reflexiona sobre ello y escríbelo en un pedazo de papel. Entiendo que a veces escribir puede ser duro y aburrido, pero recuerda: tenemos que entrenarnos para derrotar al monstruo porque nunca descansa (así que tampoco nosotros).
Luego, escribe una lista con al menos 10 cosas que te gusten de ti mismo o de ti misma. Diez cosas positivas, cosas que tú u otras personas admiran. Y de nuevo, tal vez podría ser difícil, pero es solo porque no estás acostumbrad@ a ello.
De esta manera, cada vez que el monstruo aparezca, tendrás un arma: el arma de la conciencia, porque estarás consciente de las cosas bellas que tienes en tu vida y de la hermosa persona que eres.
¿Suena muy simple? ¡Sí, suena porque lo es!
El hecho es que siempre estamos buscando soluciones complicadas y nuevas técnicas ridículas que nos «salvarán» cuando la realidad es que todo lo que necesitamos está dentro de nosotros, esperando ser descubierto.
Prueba con las cosas simples. No tienes nada que perder.
